El templo cristiano  de mayor envergadura y relevancia del catolicismo, está situado en de la Ciudad y Estado Independiente del Vaticano, La Basílica de Sancti Petri ó Basílica de San Pedro, donde tuvo lugar el entierro del apóstol San Pedro. Historiadores y científicos indican que la sepultura del Apóstol que edificó la Iglesia de Jesús descansa debajo del altar mayor de esta majestuosa basílica.

A la Basilica Papale di San Pietro se puede acceder actualmente desde la Via della Conciliazione, es una avenida que comunica  y une la Ciudad del Vaticano y el centro de Roma, desde el Castillo de Sant´Angelo en la orilla norte del río Tíber hasta la Plaza de San Pedro. La cúpula se eleva rodeada del pórtico de Bernini, con una perspectiva cónica, en la que el peregrino o visitante es capaz de adaptarse a la grandeza de la escala monumental a la que se aproxima.

Esta avenida no era así a inicios del siglo pasado, ya que para acceder a la plaza, era como adentrarse en un laberinto de calles estrechas y retorcidas, de edificios de dos y tres alturas y casas renacentistas, que anticipaban el esplendor del lugar sagrado que vislumbrarían sus sentidos al llegar a la plaza de San Pedro, como un contraste de luz desde la oscuridad de las calles, a la inmensidad de la luz de la plaza.

Fue en 1929, cuando Mussolini y el Papa Pío XI , firmaron el Tratado de Letrán, en el que el se restablecieron las relaciones entre el Gobierno de Italia y la Iglesia católica. La Santa Sede tuvo independencia política del Reino de Italia como Estado Soberano, el catolicismo romano pasaría a ser la religión oficial del estado de Italia. Como símbolo de esta conciliación, Mussolini mando hacer la Vía della Conciliziane, en la que se destruiría parte del Borgo, incluyendo una veintena de edificios renacentistas y medievales, dando lugar a la avenida que uniría el estado del Vaticano con el centro de Roma.

Como ocurre en determinados episodios de la Biblia, el olivo ha estado presente y ha sido símbolo de unión, paz, prosperidad y protección, así lo revela el antiguo testamento, el que Dios con su eterna misericordia se dignó a establecer la Antigua Alianza con su pueblo  y dijo, no se puede olvidar que se nutre de la raíz del buen olivo en el que se han injertado las ramas de olivo silvestre como símbolo de su pacto.

Una vez más, los olivos son símbolo de protección, un total de 20 olivos de variedad frantoio, custodian la avenida por la que se accede a la basílica más importante del catolicismo en el mundo.

Además de proteger el Santo Sepulcro de San Pedro, los olivos simbolizan la conciliación entre ambos estados y, además, estos olivos de troncos retorcidos, simbolizan el vía crucis, por el que miles de peregrinos procedentes de todas partes del planeta pueden representar los momentos vividos por Jesús desde su prendimiento hasta su crucifixión.