El cultivo del olivo está presente en Mallorca desde hace siglos y milenios, al igual que en el resto de la península, el archipiélago por su ubicación estratégica, fue uno de los lugares donde el cultivo eligió adaptarse, sobrevivir y crecer en un entorno privilegiado para todos aquellos olivos que todavía hoy se pueden visitar en enclaves que dejan atónitos nuestros sentidos, donde perduran sus troncos retorcidos en los que la imaginación vislumbra formas idílicas.

Un lugar donde el olivar ha sobrevido al igual que los pescadores más valientes que surcaban la mar de la isla. Se trata de S’ Estaca, es un hermoso lugar de la costa del municipio de Valldemosa en la Sierra de Tramontana, formado por acantilados, calas, y un paisaje de olivares y viñedos que no deja indiferente a quien pasa por allí.

Este paraíso fue descubierto por archiduque Luis Salvador de Austria , a mediados del siglo XIX. Era una aldea de pescadores formada por 14 casitas, cuya construcción había autorizado él mismo, y se encargó de mejorar los accesos a la cala para facilitar el tránsito de personas, especialmente cuando iban cargadas con los cestos de pescado para llevar a vender. Fue tal el cariño que depositó en esta zona rodeada de olivares, en su mayoría de la variedad mallorquina, o empeltre, que comenzó a crear su propio retiro como ofrenda de amor a su amada Catalina Homar. Siglos más tarde, el actor y productor, ganador de varios óscar, Michael Douglas decidió adquirir la finca, lo que denomina como uno de los lugares mas bellos, sugerentes y mágicos que nunca ha conocido.

En esta majestuosa estancia, cuenta con mil metros cuadrados construidos en los que no faltan la piscina, el gimnasio o una impresionante bodega. Está rodeada de acantilados que guardan la finca compuesta por 77 hectáreas de olivares y viñedos de los que obtiene tanto el elixir del Dios Baco, como el de la Diosa Atenea, con el que la propia Catherine Zeta Jones además de utilizarlo para degustar sus platos de alta cocina, lo utiliza como aliado  para lucir esa belleza que le caracteriza, ya que la mujer de Michael Douglas, amante del AOVE, le gusta realizar tratamientos de belleza a base de miel, sal y AOVE para mantenerse. Lo que pone de manifiesto que el AOVE no solo alarga la vida, sino que embellece. Circunstancia que ya nos puso de manifiesto Cleopatra, y nos ratifica Catherine Zeta Jones, entre otras personas, siglos después.

Una vez más el olivar y el AOVE están presentes y han sido testigos de verdaderas historias de amor y aliados de la belleza humana natural.