La temporada comienza a principios de octubre, pero la mejor época para ver las auroras boreales va desde diciembre a marzo, y el lugar, Finlandia. Cuenta la mitología que las auroras boreales son provocadas por un zorro mágico. En finlandés, las auroras boreales se llaman revontuli, “tuli” significa fuego y “revon” viene de “repo” una palabra que se traduce como zorro. Se creía que un zorro bajaba por las colinas y con su cola de fuego golpeaba la nieve generando chispas que se convertían en auroras boreales.

Finlandia es un país de Europa del Norte que limita con Suecia, Noruega y Rusia. Mantiene una baja densidad de población, compuesta por 196 países, y 16 habitantes por km2. El mercado de aceite de oliva en Finlandia es un mercado pequeño, pero con un crecimiento de consumo estable. Los consumidores finlandeses prefieren usar otro tipo de grasas vegetales en sus cocinas, aunque cada vez muestran más interés en el aceite de oliva por sus numerosos beneficios para la salud. Los datos de consumo respecto al aceite de oliva han aumentando notablemente en el periodo de la pandemia. España, con unas exportaciones a Finlandia por un valor total de 12 millones de euros en 2020 y con una cuota de mercado de aproximadamente el 43%, se ha consolidado en los últimos años como el primer proveedor de aceite de oliva de Finlandia.

Se consumen alrededor de 0,47 kg por persona de aceite de oliva. El total de consumo de aceite de oliva se sitúa en un 1,7% con respecto a los demás tipologías de aceites presentes en el mercado en Finlandia.

En cuanto al consumo de aceite de oliva en función del sexo, lo consumen en un 50,2% las mujeres , y el restante 49,8% los hombres. Si distinguimos el consumo de aceite de oliva en función de la edad, predomina el grupo comprendido entre 50 a 65 años con un 34%. En cuanto a la estructura familiar, predomina las familias de mediana edad con hijos, con un consumo del 20%, seguido de la familia jóvenes con hijos con un 17%.

Con respecto al nivel adquisitivo, aquellos finlandeses que tienen un nivel de renta medio-bajo, tienen un consumo superior de aceite de oliva que aquellos que tienen un nivel alto, situándose en un 59%, aquellas personas que tienen un nivel de renta medio.

En cuanto al nivel educativo, los individuos que tienen un nivel de estudios superiores (universitarios), tienen un mayor consumo de aceite de oliva (50%). Sin embargo, los que no tienen estudios, su consumo no asciende a más del 11%. En general,  el aceite de oliva continúa siendo un desconocido para el consumidor medio-bajo, si bien sus cualidades son apreciadas por los consumidores más formados.

De las distintas variedades de aceite de oliva, el más predominante es el aceite de oliva Virgen extra con un 41%, seguido del aceite de oliva con un 39%. No se consume absolutamente nada del aceite de orujo de oliva con tan solo un 2%.

Según el tipo de envase, el consumo es mayor en el envase de PET con un 70% y el envase de cristal con un 28%. El uso principal al que se destina el aceite de oliva es en crudo , es decir, para condimentar en un 65%, aunque también destaca  en menor medida que el anterior el uso del aceite de oliva para cocinar (30%).

Los principales establecimientos dónde los habitantes de Finlandia compran el aceite de oliva es en supermercados en un 37%, seguido de hipermercados en un 25%, un 9% por Internet, y casi nada en tiendas tradicionales (2%).

La mayoría de usuarios de este país, consumen el aceite en sus propios hogares (97%), solamente el 3% lo hace fuera de su entorno doméstico. Fuera de casa, los establecimientos dónde es más consumido el aceite de oliva es en bares y restaurantes con un 25%, y se iguala con un 20% en hoteles, industria conservera e industria de transformación alimentaria.

En los últimos años España se ha considerado como unos de los primeros proveedores de aceite de oliva en Finlandia, podemos dar numerosas razones, la población esta cada vez más atraída por un ritmo de vida más saludable cuidando así los alimentos que toman y entre ellos se encuentra el aceite de oliva, además de sentirse preocupados por el impacto del consumo en el medio ambiente, dándole cada vez más importancia a los productos ecológicos y sostenibles.