Mi nombre es Mariela Torres y junto con Pierluigi Pierantozzi somos los curadores de la Colección de olivo perteneciente a Nuestro Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria – EEA San Juan – Campo Anexo San Martín en Argentina.

Antes de comenzar a contarles la historia de nuestra colección, quisiéramos aclarar algunas inquietudes como por ejemplo ¿Qué es un Banco de germoplasma? y ¿Por qué es importante conservar un banco de germoplasma?

En primera instancia los bancos de germoplasma son los sitios de conservación de material biológico por excelencia, cuya finalidad es la conservación de la biodiversidad. Son recintos clave para evitar que se pierda la diversidad genética por la presión de diversos factores tales como ambientales, físicos y biológicos, y las actividades humanas.

La conservación ex situ entendida como la mantención de los organismos o germoplasma de los mismos fuera de su hábitat natural, surgen como una medida complementaria a los mecanismos de conservación in situ, y buscan el resguardo de los recursos genéticos fundamentalmente a través de operaciones de almacenamiento y propagación de colecciones de germoplasma representativas de la variabilidad que se desea preservar. Una de las formas de almacenamiento se lleva a cabo mediante el mantenimiento de colecciones a campo. Este es el caso de nuestra Colección de olivo institucional.

Colección de olivo de INTA –EEA San Juan

Nuestra colección cuenta con tres núcleos de distinta antigüedad, genética y tipología, los cuales albergan cientos de cultivares de olivo representativos para el sector (aceite y aceituna de mesa). El núcleo original, el cual denominaremos de acá en adelante, Colección de Olivo ‘Dante Floreal Marsico’ fue creado por la Corporación Nacional de Olivicultura a fines de la década del ’40. La misma se enmarcaba dentro de la Red Nacional de Ensayos Experimentales de Variedades y tenía como objetivo fundamental llevar a cabo tareas de experimentación e investigación tendientes a analizar la aptitud ecológica-económica de las distintas zonas olivícolas, para determinar la ampliación o limitación de la superficie de cultivo a nivel nacional. Actualmente, la Colección de Olivo ‘Dante Floreal Marsico’ cuenta con 6 ha. Estos olivos llevan implantados en nuestra provincia casi un siglo, con lo cual constituyen un verdadero legado para San Juan ya que el vínculo logrado entre estos olivos ancestrales y el territorio es sumamente estrecho.

Por otra parte, en el año 2015 se comenzó con la ampliación del Banco de germoplasma institucional (Núcleo ‘INTA Expone’), implantándose en una superficie de 0.5 ha nuevas variedades no presentes en la Colección de olivo ‘Dante Floreal Marsico’. En el año 2019, se continuó con la tarea de ampliación en un terreno colindante a la Colección de olivo ‘Dante Floreal Marsico’, que abarca 8 ha de superficie final.

En el año 2019, nuestra colección fue declarada Patrimonio Cultural y Natural de la provincia de San Juan, y actualmente representa la Colección de olivo más grande de América.

De esta manera, queda reflejado el interés de nuestra Institución en continuar revalorizando los recursos genéticos olivícolas, evitando así la erosión genética del cultivo. En este sentido, es importante resaltar que a nivel mundial existen aproximadamente de 2000 cultivares de olivo. Sin embargo, a nivel comercial sólo se cultivan unas pocas decenas de tales cultivares. De esta manera, tanto el sector técnico como el productivo necesitamos comenzar a revalorizar este patrimonio olivícola y reflexionar sobre diversos aspectos del cultivo: adaptabilidad a nuevas regiones, manejo distintivo y uso de diversos recursos (agua, nitrógeno, etc.), producción y comercialización diferenciada del aceite de oliva y aceituna de mesa, entre otros aspectos.

Dentro de las actividades que desarrollamos con nuestro grupo de trabajo, se realizan tareas de caracterización, identificación y evaluación mediante descriptores morfológicos, agronómicos, bioquímicos, moleculares y tecnológicos. En este sentido, evaluamos diferentes caracteres descriptivos del árbol y de distintos órganos de éste (hoja, fruto, endocarpo, inflorescencia, flor). Asimismo, hemos implementado la creación de un banco de endocarpos y ADN para el intercambio entre la red de colecciones mundiales de olivo (Red del Consejo Oleícola Internacional, COI).

Es así que, a lo largo de estos años, el INTA San Juan ha logrado generar suficiente conocimiento de estos cultivares de olivo, el cual se ve reflejado en las numerosas publicaciones en revistas nacionales e internacionales, como así también en las actividades de extensión brindadas al sector olivícola.

Cabe aclarar, que este trabajo cuenta con la participación activa tanto del sector productivo (local y nacional), como así también del académico (IMBIV-UNC-CONICET, CNR-IBBR, CNR-ISAFOM, UCO, IFAPA, entre otros).

Cómo se mencionó anteriormente, la principal función que tiene un banco de germoplasma es la conservación de los recursos genéticos. En este sentido, cabe mencionar que existen tres Bancos mundiales de germoplasma de olivo reconocidos por el COI, los cuales se encuentran en los principales núcleos de producción histórica a nivel mundial (España, Turquía y Marruecos). Precisamente, nuestro Banco de germoplasma es el referente de Argentina ante este Consejo.

De esta manera, la conservación de nuestro Banco de germoplasma de olivo reviste no sólo importancia provincial y nacional, sino también mundial ya que representa una verdadera fuente de variabilidad genética del cultivo del olivo para el futuro beneficio de la humanidad y del ambiente. Resulta importante destacar que todos los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura constituyen la base biológica de la seguridad alimentaria mundial y contribuyen al sustento de todas las personas de la Tierra. En este sentido, el Banco de germoplasma de EEA San Juan – INTA representa también la materia prima indispensable para el mejoramiento genético del olivo desarrollado por nuestra Institución, siendo además esencial para la adaptación a los cambios imprevisibles del medio ambiente y las necesidades humanas.

Mariela Torres y Pierluigi Pierantozzi son investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA – EEA San Juan) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET – CCT San Juan) en Argentina.

Contactos: torres.mariela@inta.gob.ar; pierantozzi.pierluig@inta.gob.ar