El uso de las planta como uso medicinal se remonta a la prehistoria, se encontraron restos de plantas como el diente de león y la ortiga en asentamientos prehistóricos del Paleolítico. La primera civilización del mundo, la Sumeria, usaba la mirra y opio, en el antiguo Egipto, los papiros de Ebers  listan más de 800 plantas medicinales, tales como el aloe, cannabis, ricino, enebro y mandrágora. En la edad moderna, en 1597 John Gerard ,  naturalista, herborista y botánico inglés, famoso por su jardín de plantas herbáceas escribió El herbario o Historia General de las Plantas. Fue a principios del siglo XIX y S. XX cuando la química comenzó a ganarle territorio a las plantas medicinales gracias al descubrimiento del acido salicílico y  la síntesis de morfina a través de la amapola y gracias a ello, la farmacología y la química se ha desarrollado hasta nuestros días.

Pese al avance de la química y de la farmacología, las plantas no han dejado de utilizarse como remedios naturales contra dolencias y enfermedades, así, la manzanilla se utiliza para los trastornos gastrointestinales, el aloe vera mejora la función intestinal y mejora el sistema inmune, el ajo  y el jengibre, antibacterianos, antibiótico y antioxidantes naturales son muchos de los ejemplos de cómo las plantas, a través de sus hojas, o de sus frutos nos ayudan a mejorar y fortalecer nuestro sistema.

La excelencia de las plantas medicinales, se la podemos atribuir al cultivo del olivo ya que se cultivaba 5000 años atrás y son numerosos los estudios e investigaciones científicas que demuestran los múltiples beneficios de tomar su preciado jugo de aceitunas, el AOVE, y su fruto, la aceituna. Prevenir enfermedades cardiovasculares, diabetes, tumores son algunas de los atributos que presentan. Pero sus hojas de olivo también tienen propiedades medicinales, sobre todo por su alto contenido de oleuropeína, un glucósido amargo e hidrosoluble importante para el buen funcionamiento del organismo humano que ayuda a reducir los niveles de colesterol “malo” (LDL), disminuye la presión arterial, previene la arteriosclerosis y en general las enfermedades cardiovasculares, protege al metabolismo de los radicales libres por sus propiedades antioxidantes, disminuye los niveles de azúcar en la sangre, ayuda a descongestionar las vías respiratorias, funciona como diurético y le da energía al organismo, aliviando el cansancio.

El olivo, un cultivo de civilizaciones, que ha traspasado fronteras y ha perpetuado generaciones, es, gracias a su fruto, la Aceituna, su AOVE y la infusión que emana de sus hojas, un legado de salud para la prosperidad.