La que probablemente sea la mayor colección privada de olivos milenarios y centenarios del mundo, produce cada año 2.000 litros de exclusivo aceite, que no se comercializa.
Estos olivos, unos 1.300 ejemplares, se encuentran en la Ciudad Financiera del Banco Santander situada en Bobadilla del Monte, a las afueras de Madrid.
Tratados con sumo cuidado, para los que se mantienen estrictos protocolos periódicos de control y seguimiento de desarrollo vegetativo y posibles problemas fitosanitarios de forma individual, y recolectados mediante ordeño manual, para no dañar el árbol, producen un aceite de oliva Premium de excelente calidad que es distribuido entre los accionistas y altos directivos de la entidad.
Esta colección, iniciada por orden expresa de Emilio Botín, fue seleccionada por viveristas profesionales entre ejemplares de diversas partes de la península ibérica, de Italia y del norte de África.
El ejemplar más especial de la colección, bautizado por Emilio Botín como “Santander”, de más de 1.200 años, con más de 5 metros de perímetro, procedente de la Sierra del Maestrazgo en Castellón. Este ejemplar fue protagonista de la obtención de la primera secuencia de ADN de un olivo en el mundo, gracias a un acuerdo entre el banco y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Además de este abuelo de los olivos, hay 475 árboles que tienen más de 500 años de vida.