El aceite de oliva, símbolo de la dieta mediterránea y referente de la cultura gastronómica mundial, se enfrenta a una amenaza inesperada. No son las grasas vegetales ni animales sus principales competidores, sino la irrupción de las freidoras de aire, un electrodoméstico que ha transformado los hábitos culinarios en millones de hogares.
Desde que en 2010 Van der Weij presentara en Berlín, bajo la marca Philips, la primera freidora de aire, el sector del aceite de oliva ha visto cómo su consumo mundial se reducía de manera constante. Se calcula que cada año se dejan de consumir 210.000 toneladas de aceite de oliva, una cifra equivalente a la producción total de Portugal, sexto país productor del mundo.
Este impacto resulta aún más relevante si se tiene en cuenta la frágil posición del aceite de oliva en el mercado global de grasas. Actualmente, apenas representa el 1,3% del total de grasas animales y vegetales consumidas en el planeta: 3,2 millones de toneladas frente a los 248 millones que suponen el conjunto. Mientras el consumo per cápita de otras grasas crece, el del aceite de oliva disminuye, manteniendo su volumen únicamente gracias al crecimiento poblacional.
El perfil del consumidor medio de aceites de oliva tampoco invita al optimismo. Se trata de un hombre mayor de 49 años, de clase media, con hijos, que lo adquiere principalmente en supermercados o hipermercados en envases PET, y que lo utiliza sobre todo como aliño o condimento. Fuera del hogar, su consumo está asociado a bares y restaurantes. Un patrón que evidencia la dificultad del sector para conectar con consumidores jóvenes y para diversificar sus usos en la cocina.
Si la penetración de las freidoras de aire alcanza al 50% de los hogares europeos, la pérdida adicional podría superar las 300.000 toneladas anuales, poniendo al aceite de oliva ante un desafío sin precedentes.
El futuro del sector dependerá de su capacidad para reposicionar el aceite de oliva más allá de la fritura, reforzando su valor como producto saludable, gourmet y sostenible, y explorando incluso alianzas con fabricantes de freidoras de aire para promover su uso dentro de estas tecnologías.