Un nuevo enfoque nutricional plantea que el aceite de oliva virgen extra (AOVE) podría ser un aliado para la longevidad y el bienestar de nuestras mascotas.

Con una población estimada de 900 millones de perros en el mundo, surge una pregunta interesante: ¿y si el AOVE, uno de los pilares de la dieta mediterránea, también pudiera mejorar su salud y prolongar su vida? Si cada perro consumiera el 10% del consumo humano per cápita de AOVE, su ingesta global igualaría la de países como Túnez, tercer productor mundial.

Numerosos estudios veterinarios sugieren que el AOVE, administrado con moderación, puede ofrecer importantes beneficios para la salud canina:

  • Mejora articular y movilidad: Gracias a su contenido en ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico) y polifenoles con efecto antiinflamatorio, el AOVE puede aliviar los síntomas de artritis y mejorar la movilidad, especialmente en perros mayores.

  • Control del peso: Aunque es calórico (120 kcal por cucharada), el AOVE favorece la descomposición de las células grasas y reduce el apetito, lo que lo convierte en un aliado para perros con sobrepeso.

  • Piel y pelaje más sanos: Aporta hidratación celular y refuerza el brillo y la fortaleza del pelo. No debe aplicarse directamente, sino mezclarse con la comida.

  • Prevención del deterioro cognitivo: Al igual que en humanos, los polifenoles del AOVE pueden retrasar la aparición de la Disfunción Cognitiva Canina (DCC), comparable al Alzheimer.

  • Apoyo inmunológico y digestivo: Favorece la salud cardiovascular, protege contra enfermedades degenerativas y mejora el tránsito intestinal, combatiendo el estreñimiento ocasional.

Los expertos recomiendan una cucharadita al día por cada 13-14 kg de peso. Es crucial comenzar con dosis pequeñas, especialmente si el perro tiene estómago sensible, y consultar previamente al veterinario.

Si bien, no todos los perros toleran bien el aceite. Un exceso puede causar diarrea, vómitos o incluso pancreatitis. Por eso, es esencial no superar las dosis recomendadas y observar cualquier reacción adversa.

Además, el AOVE no es el único aceite beneficioso. Alternativas como el aceite de pescado (rico en DHA y EPA) o el aceite de coco pueden ofrecer propiedades complementarias, sobre todo en relación con la salud cutánea y la función cerebral.

El tipo de aceite es determinante. Sólo se recomienda el aceite de oliva virgen extra de primera presión en frío.

El aceite de oliva virgen extra, siempre que se use con responsabilidad y asesoramiento veterinario, puede convertirse en un suplemento natural, preventivo y económico para mejorar la salud de los perros. Un ingrediente ancestral que, además de cuidar a las personas, podría también cuidar a sus mejores amigos.