El AOVE y el olivo eran un símbolo de riqueza en el mundo andalusí, se utilizaba en numerosos ámbitos, alimentario, cosmético, medicinal, para la elaboración de jabones, para iluminación, crear perfumes mediante el uso del alambique, para ello la aceituna debía recogerse en agosto, antes de que se pusiera el fruto negro para evitar que el agua pudriera el fruto, y múltiples usos más.
Durante el califato se destacó en las áreas de astronomía y medicina, aunque en menor medida hubo representantes en la farmacopea, la alquimia, la agricultura, la botánica, las matemáticas (aplicadas), la ingeniería hidráulica. Entre sus eruditos, cabe destacar, la figura de Ibn Rushd, conocido como Averroes, filosofo y medico andalusí, nacido en Córdoba, escribió numerosos libros, entre los que cabe destacar el Kulliyyat un tratado de medicina, en el que puso de manifiesto, la importancia de la dietética, y que esta contemplase el consumo de AOVE; citando en su tratado las características y virtudes del aceite de oliva y sus usos culinarios:
«Cuando procede de aceitunas maduras y sanas, y sus propiedades no han sido alteradas artificialmente, puede ser asimilado perfectamente por la constitución humana (…) distinguiendo y denominando calidades, zeit al-anfaq, para el de mejor calidad y al-‘akri) para el de menor calidad, lo conocemos como lampante.
Los alimentos condimentados con aceite son nutritivos, con tal que el aceite sea fresco y poco ácido (…) Por lo general es adecuada para el hombre toda la sustancia del aceite, por lo cual en nuestra tierra sólo se condimenta la carne con él, ya que éste es el mejor modo de atemperarla, al que llamamos, rehogo. He aquí cómo se hace: se toma el aceite y se vierte en cazuela, colocándose enseguida la carne y añadiéndole agua caliente poco a poco, pero sin que llegue a hervir»
Este filosofo, amante del olivar y del AOVE, tenía un plato a que sus sentidos no se podían resistir, huevos fritos con AOVE.
«Cuando se fríen en aceite de oliva son muy buenos, ya que las cosas que se condimentan con aceite son muy nutritivas; pero el aceite debe ser nuevo, con poca acidez y de aceitunas. Por lo general, es un alimento muy adecuado para el hombre»
Se vuelve a ratificar, que cuando un plato se acompaña, marida o se prepara con AOVE, adquiere un valor añadido saludable convirtiéndolo en un manjar ineludible.