Esta es una de las conclusiones que se desprende del estudio presentado en el seno del Máster Propio en Administración de Empresas Oleícolas de la Universidad de Jaén a través de su Observatorio de Consumo, el análisis ha sido realizado por Juan Carlos Marín, responsable de ultramarinos en Alcampo, y profesora invitada de dicho posgrado, Carmen Morillo directora financiera del Grupo Oleícola Jaén, y también profesora invitada del citado máster, y Juan Vilar, codirector del mismo programa, y ​​analista oleícola internacional. Los tres son miembros del aula universitaria Oleícola Innova, implicada también en dicho estudio, una iniciativa de la Universidad Internacional de Andalucía, sede Antonio Machado, y del Grupo Oleícola Jaén.

En el estudio, que se ha llevado a cabo, entre los meses de enero y septiembre del presente año, ambos inclusive, teniendo en cuenta, todos los tipos de aceites y grasas consumidos en España en supermercados e hipermercados, se han analizado 63 hipermercados, y casi 250 supermercados, teniendo una incidencia en hogares representados que supera el millón, lo que equivale a algo menos de 2,6 millones de consumidores, hiper y super suponen una cuota de mercado para la categoría de forma conjunta del 68 por ciento de demanda , luego la muestra presenta un alto grado de representatividad, suponiendo casi el 5 por ciento del total de volumen de venta de aceites de oliva vendidos en el país, en supermercados e hipermercados, e igual porcentaje si hablamos de superficie de venta.

En dicho se estudio se vislumbra que entre los primeros 9 meses del año se ha producido una caída media de la demanda de aceites de oliva refinados del 10,2 por ciento, dicha caída ha sido superior en los envases de mayor volumen, como por ejemplo en el PET de 5 litros que ha cedido en un 24,68 por ciento, también cae el doble de puntos el suave que el intenso, menos 18 contra menos 9 por ciento, mientras que el aceite de orujo incrementa su demanda en más del 86 por ciento para el periodo estudiado, los precios conjuntos suben de media un 40,38 por ciento, subiendo más los envases de mayor volumen.

Si nos referimos al aceite de girasol la demanda crece un 21,20 por ciento, mientras que el precio lo hace en un 31,12 por ciento.

En el ámbito de los vírgenes, la demanda se incrementa un 2,14 por ciento, subiendo principalmente la demanda de vírgenes, no vírgenes extra, que lo hacen en un 68,46 por ciento, cayendo los vírgenes extra con mayor volumen más del 10 ,6 por ciento. El incremento de precio acumulado medio es del 31,12 por ciento.

Por lo que se ha producido una transformación en las preferencias del consumidor de aceites de oliva, virando a los vírgenes, en lugar de vírgenes extra, y también hacia los aceites de orujo, y sobre todos los formatos pequeños, con lo cual se está segmentando más la compra, dosificando su uso, comprando más on line, y aunque su fidelidad es firme, comienza a ceder en la demanda a favor de otros aceites de oliva, como es el caso del orujo y principalmente el girasol fuera de los oliva.

Si nos referimos a datos macro, y todo ello a partir de figuras elaboradas de forma propia a partir de información MAPA. (MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN, Dirección General de Producciones y Mercados Agrario Subdirección General de Cultivos Herbáceos e Industriales y Aceite de Oliva), si analizamos el consumo interno (hogares, hostelería e industria alimentaria) para los meses comprendidos entre enero y septiembre , ambos incluidos, se produce una caída de consumo acumulado de casi 200 mil toneladas, o lo que es lo mismo, un retroceso de consumo con respecto al mismo periodo del año pasado del 43,90 por ciento, sin nos referimos en los mismos términos a las exportaciones estas caen 320,4 toneladas, es decir, un 38,73 por ciento, sin embargo las importaciones crecieron en un 10,10 por ciento, no obstante en 2022 estas suponían un 8,7 por ciento sobre la producción total del país, y este ejercicio, para el mismo período analizado supondrían algo más del 21 por ciento.