Los nanosubmarinos, aplicados en diferentes áreas,  son un avance en investigación y nuevas tecnologías, estas pequeñas maquinas a escala nano, fueron desarrollados por la Universidad de Califonia, por un grupo de investigadores de San Diego, en el que gracias al Aceite de oliva, descubrieron la capacidad de estas nano maquinas de poder absorber este liquido oleoso. Los dispositivos tienen una superficie cónica con una gran capacidad de absorción de aceite cuyo carácter es extremadamente ‘hidrofóbico’ y permite la captura de aceite en la interfase agua-aceite. Los nano submarinos pueden absorber y transportar gotas de aceite en el agua, lo que significa que podrían ser la próxima solución para limpiar los derrames y vertidos de petróleo en el mar.

Estos microsubmarinos se unen a otras tecnologías descubiertas recientemente, como las nanoesponjas  y los barcos de vela robóticos que brindaran la posibilidad de actuar sobre los vertidos y derrames de petróleo producidos en alta mar, salvaguardando la vida marítima y dando la oportunidad de poder actuar con inmediatez antes estos desagradables accidentes.

Gracias a este descubrimiento y teniendo como precursor el aceite de oliva, la ciencia ha desarrollado números avances y diferentes aplicaciones, que han permitido desarrollar otra tipología de nanosubmarinos aplicados en medicina. Los nanosubmarinos semejantes a una vesícula artificial autopropulsada, se abre para liberar la carga de fármaco si detecta altas concentraciones de glutatión (una de las características de las células tumorales). Para conseguir que actúe con eficacia, esta vesícula está sellada por una capa de copolímero en bloque, que se abre para liberar la carga del fármaco si se encuentra mayores concentraciones de glutatión. En las células tumorales se encuentran niveles elevados de glutatión, por lo que, al encontrar estos niveles anormales se desencadena el desmontaje de este dispositivo, distribuyendo el fármaco en la célula diana. Lo que representa un elemento esencial para la lucha contra el cáncer.

Ciencia, desarrollo e investigación ligados al aceite de oliva aseguran un futuro prometedor.