La competitividad como asignatura pendiente de la olivicultura jienense ha sido la conclusión a la que se ha llegado en un detallado estudio, dirigido por Juan Vilar, y llevado a cabo en el seno del Máster de Administración de Empresas Oleícolas de la Universidad Internacional de Andalucía.
Un trabajo de fin de máster realizado en la UNIA, ha concluido con que el mayor problema que afecta a los olivares de la provincia de Jaén, es la falta de competitividad, si se comparan la situación imperante en otras geografías donde se cuenta con un mayor nivel de intensificación.
El trabajo que formará parte del manual “Algunas Contribuciones de Mejora en el Ámbito de la Administración y la Dirección de Empresas Oleícolas”, junto con otros 9, se presentará en Madrid durante el próximo WOOE, 21 y 22 de marzo de 2018, y editado por la Fundación Caja Rural de Jaén. Los prefacios, prólogos y presentación serán llevados a cabo por Antonio Gallego, padrino de promoción, Mª Ángeles Peinado, Vicerrectora de la Sede Antonio Machado de Baeza, y Luis Jesús García-Lomas, gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén.
En dicho trabajo, tras establecer el objetivo de cuáles eran los principales vectores que crean dicha falta de competitividad, se concluye, estableciendo que las razones fundamentales por orden son las siguientes,
- la falta de innovación,
- segunda actividad, situación que impera en el sector,
- el avanzado estado de edad de los olivicultores titulares,
- y el escaso tamaño de las explotaciones.
En todo caso, para potenciar dicha situación, las estrategias con que se podrían contar es la reducción de costes vía integración vertical o/y horizontal, explotación compartida o/y asistida, o el incremento de precios vía singularización o diferenciación incremental. De este modo la renta de los olivicultores sería superior en momentos de supremacía de la oferta sobre la demanda y, por consiguiente, de precios poco robustos en origen.
olivar. foto Agustin Muñoz
Para Juan Vilar, España cuenta con el mayor conocimiento sectorial, el mayor rango de tecnología, los aceites de mayor calidad, así como las más altas cotas de experiencia de sus profesionales, no obstante, en el ámbito de la competitividad, es aun largo el camino por recorrer.