El olivo es un cultivo, que se ha visto reflejado de manera recurrente en la literatura, presente a lo largo de toda la geografía mediterráneo, está inmerso en la historia, costumbres y gastronomía de aquellos lugares en los que crece.

Es el caso singular de la novela Los olivos de la justicia, «Les Oliviers de la justicie», en la que su autor Jean Pélégri escritor y profesor de literatura, quiso reflejar entre letras, la historia de su propio padre, historia que más tarde llegaría a la gran pantalla y ganó el Premio de Escritores de Cine y Televisión en el Festival de Cannes de 1962. Pélégri, de ascendencia francesa pero nacido en Argelia, se veía a sí mismo como un argelino de corazón.

La novela relata y describe la historia de los PIeds Noirs, colonos franceses en el norte de África, concretamente en Argelia y de como uno de estos colonos vuelve a su Argelia natal, para despedirse de su padre en una contextualización del final de una Argelia francesa.

Cuenta su historia, de como transcurrió su infancia, de como su padre, cultivaba olivos, de cómo se trabajaba la tierra para que esta diera sus frutos, y el arraigo y el valor de un cultivo que unía culturas y religiones diferentes. Conversaciones profundas bajo la sombra de los olivos, desavenencias, conflictos y rencores olvidados. Toda una historia de valores, cultura y sensaciones vinculados a la tradición de la olivicultura.

Otras de las innumerables obras literarias que muestran muchos de los sentimientos e historias vividas a través de la naturaleza que las contempla.