Portugal, es uno de los diez países con mayor superficie destinada al cultivo del olivar. Ocupa el noveno puesto, con 361.483 hectáreas de olivar. Representa el 3% de la superficie mundial de olivar. La idoneidad del suelo y las condiciones climáticas para este cultivo han hecho que sea ancestral el uso del aceite de oliva en los hábitos de cocina de los habitantes portugueses.

El cultivo del olivo en Portugal está presente desde la Edad de Bronce, tiene un importante papel en la agricultura y tradición cultural portuguesa. Pero es en el siglo XVI cuando el consumo del aceite de oliva aumentó significativamente. A partir de entonces, se generalizó a nivel nacional la olivicultura. Los portugueses intervinieron en la introducción del cultivo del olivo en otros países, primeramente en Uruguay, a finales del siglo XVII y en el sur de Brasil alrededor del año 1800.

Las principales zonas geográficas donde se localizan las plantaciones de olivar son: Alentejo (50%), Tras-os-Montes (23%), Beira Interior (14%) y Ribatejo e Oeste (7,5%). El resto se encuentran en el Algarve, Beira Litoral y Entre Douro e Minho.

En Portugal existen alrededor de 118.450 parcelas de olivar. Se caracterizan por la elevada densidad de las plantaciones, con un tamaño medio de 3,05 hectáreas. La tendencia es la concentración de la propiedad de la tierra. Las explotaciones de mayor densidad se sitúan la región de Alentejo. Sin embargo, regiones como el Algarve o Entre Douro-e-Minho se caracterizan por parcelas de olivar de reducida densidad.

Las plantaciones de olivar eficientes ocupan el 63,8% de la superficie, siendo el 32,2% olivar intensivo y el 31,6% olivar superintensivo. Predominan sobre las plantaciones de olivar tradicional, que representa el 36,2% del total de la superficie cultivada, con marcos de plantación más amplios. El 61,7% de las plantaciones son cultivadas en régimen de secano y el 38,3% restante en régimen de regadío.

Las variedades de olivo que predominan en Portugal son: Alentejana, Arbequina, Arbosana, Cobrançosa, Galega y Koroneiki y Cordovil.

Portugal ocupa la posición séptima y décimo tercero como productor de aceite de oliva y aceituna de mesa respectivamente. Produce anualmente 784.340 toneladas de aceitunas, de las cuales 33.230 toneladas (4,24%) se destina a aceituna de mesa. Siendo exportada la mayor parte de la producción. El 97% del total de la producción, tiene como destino la producción de aceite de oliva, obteniéndose 135.000 toneladas de aceite de oliva y un rendimiento medio del 18%. El 72% del aceite que se produce tiene categoría de Aceite de Oliva Virgen Extra y Virgen y el 28% restante es Aceite Lampante.

Del total del Aceite producido, 67.270 toneladas abastecen el consumo interno. Lo que supone un consumo per cápita de 7,2 litros de aceite por persona y año. El resto de la producción lo exporta principalmente a Brasil y España, que representan el 70% de las exportaciones lusas. Y el 30% lo exporta a Italia, Estados Unidos, Angola y Francia. A España e Italia lo exporta mayoritariamente a granel.

Asimismo, también es un país importador de Aceite de Oliva, principalmente de España y Marruecos.

El sector oleícola, en la actualidad genera un volumen de negocios en torno a los 470 millones de euros al año y aporta 6,6 millones de jornadas de trabajo reales. La industria del olivar en Portugal cuenta con 498 almazaras, 8 entamadoras, 2 refinerías y 4 orujeras.

Las plantaciones de olivar portuguesas tienen una productividad de 2,1 toneladas de aceituna por hectárea. Sus parcelas producen 391 kg/ha de aceite, siendo uno de los cuatro países más productivos.

El consumo del aceite de oliva entre la población residente en Portugal representa un 28,1%. Diferenciando este consumo entre hombres y mujeres, los hombres consumen mayor proporción de aceite de oliva (52,7%). El rango de edad dónde las personas consumen mayor cantidad de aceite de oliva son adultos mayores a 65 años (35%), seguido de adultos entre 34 y 49 años (26%).

En cuanto al consumo de aceites de oliva según la estructura familiar predomina la familia de mediana edad con hijos situándose este consumo en un 27%.

Con respecto al porcentaje de consumo de aceites de oliva según el nivel de formación de los individuos, predomina en un 38% personas que tienen estudios universitarios. Esta mayor proporción en este rango de personas puede deberse a que tienen un poder adquisitivo elevado, por lo que están dispuestas a pagar mayor cantidad de dinero por un producto que tiene mayores beneficios para la salud.

Una cifra muy significativa de los usuarios portugueses prefieren el aceite de oliva virgen extra frente a las demás variedades de aceite de oliva, situándose en un 54%. El aceite de oliva tiene un buen posicionamiento con respecto los demás aceites. Es  el prioritario para usarlo en las cocinas así como consumirlo en crudo, oscilando en un 30% y 40% respectivamente.

El consumo del aceite de oliva se lleva a cabo tanto en los hogares como fuera del hogar, predominando en un 58% en el interior de los hogares. Fuera del hogar destaca el consumo de aceite de oliva en los bares y restaurantes.

En los últimos 10 años, el país duplicó su producción sin aumentar la superficie cultivada, como resultado de la modernización del sector. Por ello, el olivar en Portugal es muy competitivo debido a transformación del olivar en plantaciones modernas que le permiten abaratar costes de producción. De ello, se ha visto beneficiado todo el país de manera directa e indirectamente y ha contribuido a un aumento en las exportaciones y a la creación de riqueza.

Como resultado de la modernización del sector, produce un aceite de oliva de excelente calidad ya que el 97% de los aceites de oliva producidos son virgen y virgen extra.

La posición geográfica de Portugal en la Cuenca del Mediterráneo le confiere unas características excepcionales para el cultivo del olivo por su orografía, climatología, tamaño de las explotaciones, gran disponibilidad de agua, así como la estabilidad del país a nivel económico y político. Todos estos factores hacen que Portugal sea, muy probablemente, el mejor lugar del planeta para el cultivo del olivo y la producción de aceite de oliva.