La comunidad autónoma de Extremadura está caracterizada por sus 12 comarcas oleícolas repartidas unánimemente entre ambas provincias. Entre estas doce comarcas, se encuentra la comarca de Jerez-Serena, limita al sur con las provincias de Córdoba y Sevilla, comprende 51 municipios y es la segunda comarca en cuanto a extensión se refiere, con más de un 85 % de su superficie destinada a la agricultura. Cerca de 40.000 ha de olivos en su mayoría de la variedad morisca plantados en sistema tradicional conforman un paisaje que junto a las dehesas y el matorral mediterráneo de las estribaciones septentrionales de Sierra Morena contrastan con las amplias llanuras cerealistas de la vecina Campiña situada más al norte.

Próximo a uno de sus municipios, Fuente del Arco, se encuentra una ermita de estilo mudéjar, construida a lo largo del siglo XV, se trata de la ermita de la Virgen de Ara. Destaca por el entorno que acoge al santuario, un bello paraje con una gran riqueza paisajística, donde prevalecen olivos centenarios que han sido testigos de todas las civilizaciones que han confluido en esta comarca.

El templo primitivo se trataba de un templo cristiano con una bella arquería mudéjar y construcciones anejas que daban servicio al templo, se trataba de una bodega, dos casas de morada y un molino de aceite del siglo XVI que mantiene el escudo oval de armas de la Orden de Santiago, de las que todavía hoy, quedan algunos restos, símbolo de la importancia que para todos los integrantes de esta orden tenía el AOVE.

La almazara, posiblemente, en sus inicios de prensa y tornillo para ejercer presión, ostentaría un empiedro modelo español (con piedras cónicas) de tracción animal sobre la solea, según el ámbito histórico, geográfico y de acuerdo con las tendencias estudiadas de la época. También queda constancia de que se elaboraba aceituna de mesa para comerla como aceituna en conserva.

Además de estas construcciones anejas, la ermita cuenta, con lo que esta declarado un Bien de Interés Cultural, las pinturas de mediados del siglo XVII que decoran la bóveda del santuario. Obra de seis autores diferentes discípulos de Francisco de Zurbarán, representan las escenas del génesis al igual que la Capilla Sixtina del mismo Miguel Ángel en el palacio del Vaticano, pero en este caso el enclave es el olivar extremeño.

Todo este conjunto arquitectónico, cultural y paisajístico, en el que el olivo toma y revela la importancia que ha tenido a lo largo de los siglos, demuestra que es un cultivo de civilizaciones para la humanidad.

En la actualidad Extremadura es uno de los principales focos de expansión sobre la olivicultura internacional.