Hasta ahí parece normal, pues son diversas las almazaras españolas con esta denominación, pero en este caso se trata de un posible milagro, ya que la estatua creada en honor de la Virgen de Guadalupe que se encuentra en la iglesia católica de Hobbs, en el condado de Lea, Nuevo México, Estados Unidos; llora lágrimas de Aceite de Oliva con olor a rosas.

El Obispo de la diócesis, Oscar Cantú, ha compartido los análisis de las lágrimas, cuyo resultados han sido claros y determinantes: Aceite de Oliva Virgen Extra con aroma a rosas, acercándose a la explicación de una nota de cata casi cotidiana, pero no es así.

A partir del suceso, presenciado por numerosos testigos, se han realizado diversas pruebas de la talla, tanto exteriores como internas, resultando ser una estatua hueca normal, en la que no se han encontrado elementos extraños o ajenos a la propia escultura.

Las pruebas también involucraron al fabricante de la escultura, el cual afirmó que no se utiliza Aceite de Oliva Virgen Extra en ninguna de las fases de producción, por tanto, ese líquido no pudo ser aportado en dicho proceso; ya que, en el modelado del bronce, aún utilizando ciertas ceras, se realiza a muy altas temperaturas, derritiendo todos lo compuestos del molde y no dejando humedad ni ningún otro fluido en el resultado final.

Sin embargo, el equipo humano de la iglesia está aún por determinar si esto es una ocurrencia milagrosa de Dios, o un suceso que parta de la iniciativa humana.