En la localidad conocida como “CastelGandolfo” o “VillePontificie” de más de 50 ha, situada a unos 24km de Roma (suelo perteneciente al Vaticano, no a Italia) se encuentran cultivados más de 1.000 olivos de las variedades Frantoio, Pendolino, Rosciola y Vernina. Estos olivos datan en su mayoría del siglo XIII; Encontramos referencias a las primeras producciones de aceite en los archivos de 1.260.

Entre estos olivos hay dos muy especiales. Uno regalo de la ciudad de Taggia; y otro procedente del huerto de Getsemaní, regalo del Rey Hussein de Jordania al Papa Pablo IV.

Las Villas Pontificias tienen su propia almazara, con molino antiguo de piedra de granito. Tanto el cultivo, ecológico, como su recolección y prensado, se hace por 7 trabajadores bajo los más estrictos cuidados, respetando tanto a las plantas como al producto obtenido.

Esta “familia”, en cuya mesa se sienta el Papa, obtiene un aceite virgen extra de muy alta calidad, el cual va destinado al consumo del Vaticano y, el excedente, al supermercado que la ciudad-Estado tiene, “la Annona” (nombre que proviene de la diosa romana que garantizaba el suministro de grano a la ciudad de Roma). El precio ronda los 9 € por litro, muy razonable teniendo en cuenta la calidad del producto y su origen “bendecido” por el mismo Papa.

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