Suiza es un país del centro de Europa, independiente y famoso dentro del mundo financiero.

Es conocido por su chocolate, sus grandes quesos de Emmental, tener innumerables bancos (hay más bancos que dentistas), infinidad de cafeterías Starbucks (ya hay más Starbucks que bancos) y, entre otras muchas cosas más, realizar la mitad de la producción mundial de relojes de lujo, y tener refugios nucleares para el 114% de su población.

Por un tiempo fue el único país con almazaras, pero sin olivos,…, sí algo extraño,…

La cultura oleícola de Suiza nació con un concurso internacional para elegir a los mejores aceites de oliva, y se celebraba en este país, sin producción ni cultura olivarera.

Actualmente cuenta con 150 ha de olivar y produce 390t de fruto, el cual destina en más de un 91% a aceite de oliva.

Lo que empezó con un certamen internacional para acercar la cultura culinaria oleícola al país de las montañas y lagos (dentro de Suiza nunca estarás a más de 20km de uno), lo ha consolidado dentro de los 58 países productores mundiales de este preciado caldo.