Todos hemos conocido la leyenda del secuestro de la princesa Helena de Troya que propició una guerra que duró 10 años y se culminó con un famoso Caballo.

Pero, mucho antes de este histórico suceso, Helena fue raptada una primera vez por Teseo, Rey de Atenas. Sus hermanos fueron en su rescate y amenazaron a la ciudad con destruirla, pero resultaba que Teseo y Helena no se encontraban en ella. Fue el ciudadano Akademos, quién consiguió convencer a los invasores y desveló el verdadero paradero de la princesa y el Rey secuestrador, tras lo cual se retiró el ejercito en busca de la pareja. De esta forma Akademos se convirtió en el héroe salvador de la Ciudad.

Gracias a esta hazaña se le entregó un fructífero huerto a la afueras de Atenas, en él, Akademos plantó 12 olivos descendientes del mismísimo olivo entregado por la diosa Athenea, según la mitología griega. A la muerte del héroe, este fue enterrado en tras prosperas tierras.

Más de 2000 años después de dichas hazañas, Platón ubicó su lugar de enseñanza en dichas tierras y la llamó “Akademia” en honor al héroe mitológico que descansaba allí, y otorgando al edificio 12 puertas custodiadas por los olivos legendarios.