El Olivo ha sido a lo largo de la historia un símbolo irrefutable de paz, prosperidad, riqueza y bienestar, estando presente en todas las civilizaciones de la historia de la humanidad. Manuscritos, papiros, tratados, proverbios, refranes, citas y poesías nos han dado a conocer la importancia y relevancia que este singular cultivo ha tenido en todas las áreas de la humanidad tales como la ciencia, filosofía, ingeniería, literatura, escultura, pintura, danza y cine.

Concretamente, en lo que ha cinematografía se refiere, han sido muchos los largometrajes, que han encontrado en el olivo el argumento perfecto para proyectar verdaderas historias de amor, dramas y comedias representadas en la gran pantalla.

Una de las más recientes, es la película de Amor bajo los olivos (Love under the olive tree) una filmografía estadounidense que relata como Nicolle, una joven emprendedora, enamorada del AOVE y de su cultivo, decide expandir  el negocio familiar  de aceite de oliva en el norte de California. En búsqueda de la rentabilidad y de la expansión del negocio, pretende construir una almazara en un terreno nexo a su rancho cuya titularidad no está bien definida.Un juez local, dicta, que el ganador del concurso de AOVE Premium, se hará con la titularidad de la tierra. En busca del mejor AOVE, Jack y Nicolle, comienzan un romance que se desarrolla a medida que se acerca la recolección para obtener ese preciado AOVE, descubriendo, que pese a que sus familias han sido competidoras durante generaciones, trabajando unidos, en un mismo sentido, la promoción de su negocio, será imparable obteniendo resultados inigualables.

En esta película, se relata de una forma muy peculiar como la expansión de la cultura del olivo está presente en todas las partes del planeta.