El mayor banquete de la antigüedad conocido hasta la fecha fue el acontecido en Mesopotamia, organizado por el rey Asurbanipal II (883-859 a. de C.) para celebrar la reordenación urbanística de la ciudad de Kalah, la cual se convirtió desde ese momento en capital de Mesopotamia, arrebatando tal honor a la ciudad de Nínive.

Este fastuoso banquete está documentado en una estela que lo describe.

Durante 10 días, 69.574 personas fueron alimentadas, según dicha estela, por 695.740 kg de carne (una vez deshuesada, tocaban a 1kg por persona y día); además más de 10.000 pescados variados, 10.000 huevos y 10.000 panes; para hidratarse contaron con 10.000 jarras de cerveza y 10.000 odres de vino. La preparación de la comida y como complemento a la misma debía estar a la altura del macro-acontecimiento, por lo que se eligió el mejor condimento conocido, el Aceite de Oliva, consumiendo 36.000kg (más de 500 gramos por persona).

Según palabras de Asurbanipal II, recogidas igualmente en la estela: “ Cuando inauguré el palacio de Kalah, alimenté de ésta manera, durante diez días a 47.074 hombres y mujeres que había invitado de todas las partes de mi reino, así como a 5.000 representantes de diversos países, más de 16.000 habitantes de Kalah y 1.500 miembros del personal de mi palacio, o sea, en total 69.574 invitados, a los que di de comer y beber y a los que proporcioné lo necesario para su aseo. ¡Así los honré antes de enviarlos a sus casas en buena armonía y alegría!”.

Además, según se cuenta, se invitó al Dios Asur, el Gran Señor de los Dioses de todo el país, pero se desconoce los medios usados para tal invitación y si finalmente asistió al mayor banquete de la antigüedad.