Este es el resultado de un informe de ámbito internacional elaborado por la firma Juan Vilar Consultores Estratégicos, para Libro Guinness de los Records

En la actualidad la olivicultura puebla el 1 por ciento de las tierras cultivables del planeta, en total 11,5 millones de hectáreas de olivar distribuidas por 58 países, y conformando un total de 3,6 millones de explotaciones con una superficie media de 3,2 hectáreas.

La evolución de la superficie durante las últimas 5 campañas se ha traducido en una expansión de más de 1 millón de hectáreas, lo que supone, de forma respectiva un crecimiento equivalente al 40 y 60 por ciento de la superficie olivarera ostentada por España, y Túnez.

Dicha expansión en mayor medida, 85 por ciento, ha sido en forma de olivicultura súperintensiva de corte latifundista, no en vano tal cultivo supone ya una extensión de 500 mil hectáreas, lo que se traduce en el 4,8% del total de superficie.

El arraigo de la nueva olivicultura en geografías no habituales ha traído consigo una descentralización de las explotaciones de mayor tamaño fuera de la habitual zona de influencia.

Es tal dicha deslocalización que ninguna de las 10 mayores explotaciones de olivar del mundo, bajo una sola linde se ubican en España, mayor país en extensión para dicho ámbito.

La mayor finca de olivar plantada en el mundo se localiza en Túnez y cuenta con más de 18 mil hectáreas de olivar tradicional de superficie.

Si nos referimos a olivar moderno, en este caso la mayor finca de olivar del planeta se sitúa en Arabia Saudí y cuenta con algo más de 7 mil hectáreas.

El resto de fincas de mayor tamaño del ranking se ubican, 4 en América, 2 en Asía, 2 en Oceanía y 1 en África; en total, entre todas ellas suponen casi 60 mil hectáreas, superficie conjunta superior al olivar que actualmente ostentan países como Estados Unidos, Israel, Líbano, Chile, Francia, etc. o incluso, tres veces la superficie que actualmente se cultiva el continente oceánico.

Para encontrar la primera explotación del ranking radicada en España, hemos de remontarnos a la posición décimo tercera del análisis.