Antes de convertirse en empresario de la alimentación, Paul Newman había sido una de las grandes estrellas de cine. Y años después se granjeó nuevos admiradores gracias a sus labores benéficas. Su Newman’s Own Foundation, que aún hoy financia programas para niños con discapacidades y actividades filantrópicas subsiste únicamente con los beneficios de las empresas de alimentos creadas por el actor. En total ha apoyado obras sociales por valor de 390 millones de euros desde su creación.

La Newman’s Own, inició su andadura por un aliño para ensaladas creado con aceite de oliva virgen extra y artesanalmente por el propio Paul Newman, y que comenzó regalando a sus familiares, amigos y vecinos. Una de sus vecinas, propietaria por aquel entonces de un catering, organizó una cata a ciegas, y el aliño de Newman fue el más votado. Este hecho, junto a otros incentivos similares, llevó a Newman a crear la empresa junto a su amigo el escritor a A. E. Hotchner. El primer año lograron unos beneficios de 832.000 dólares, y desde entonces, a petición de Paul, se dona íntegramente a organizaciones benéficas.

Este “portentoso aliño” fue creado con aceite de oliva virgen extra de excelente calidad, que aún hoy se sigue comercializando de manera individual.