Es muy conocido el olivo dentro de las ciudades para adornar plazas, rotondas de tráfico e incluso en patios de edificios, tanto públicos como privados.

En un mundo cada vez más estresante y urbano, renace una tendencia cada vez más extendida, cultivar plantas en el interior de los hogares, llenando de vegetación las habitaciones. Lo que comenzó con plantas de interior, como palma, se ha convertido en auténticos aspirantes a jardineros domésticos.

Para 2017 se predijo que la planta de interior por excelencia sería el cactus, en 2018 se apuesta por árboles de mayor porte, situando al olivo entre las 10 plantas hogareñas más demandadas.

Hasta ahora el olivo se había pasado por alto, si bien esta planta genuina del mediterráneo aporta calidez y un buen ambiente a nuestro hogar, recordándonos esos paisajes de bosques interminables o mares de olivos del sur de España.

Para disfrutar de un trozo del mediterráneo en casa debemos optar por una variedad de pequeño porte que, unido a una poda regular, mantendrá el olivo en unas dimensiones adecuadas. Los olivos se pueden mantener en el interior de las casas, pero debemos dar a la planta la mayor cantidad de luz solar posible, mínimo 6 horas al día, por lo que los mejores lugares para tenerlos en cerca de ventanas muy luminosas y orientadas al Sur (en el hemisferio norte), o al norte (si residimos en el hemisferio sur).